ss XVII-XVIII








Editorial

El traslado de la Corte a Valladolid en 1601 produjo un notable receso en la intensa vida cortesana de Madrid. Cuentan que fue un golpe terrible para la Villa, que se paralizó el comercio y se detuvo el ensanche iniciado por la Junta de Urbanismo creada por Felipe II. A pesar de todo, los siglos XVII y XVIII fueron los más abundantes en legislación sobre circulación de sillas de mano, coches y carruajes.

El crecimiento de la ciudad y la reinstalación de la Corte en Madrid atrajo de nuevo a miles de personas procedentes, en su mayor parte, del norte peninsular. Estos siglos están plagados de referencias literarias sobre la circulación de coches. Así, los escritores y moralistas del Siglo de Oro

como Lope de Vega, Quiñones de Benavente, Juan de Zabaleta, Francisco Santos, Luis Vélez de Guevara o Francisco de Quevedo, entre otros, encontraron en el mundo de los coches de caballo y en el comportamiento de sus dueños un novedoso argumento para sus obras y creaciones.

Todos ellos coinciden en destacar que tanto trasiego de coches y carrozas es producto de la vanidad de los hombres y del deseo de aparentar lo que se pretende ser. Coinciden en lo curioso de ver en la Villa y Corte a gentes pobres y sucias conviviendo con otras que presumen de un tipo de vida más lujosa y rica. Según algunos autores, entre 1636 y 1638 el número de coches que circulaban por la Corte no llegaba a 900.

CONSIDERADAS PERSONAS NO GRATAS PARA LA VIDA PÚBLICA

Se prohibe a las prostitutas circular en coches de tiro

Madrid, 1611. Se aprueba la pragmática que sanciona a las prostitutas que puedan andar en coche de ciudad, carroza, litera ni sillas de manos. Las multas oscilan desde los 4 años de destierro hasta la vergüenza pública. Este tipo de castigo consiste en mostrar al inculpado en una plaza pública ante la vista del vecindario.-

Denuncias por la suciedad de las calles

Madrid, 1613. El aumento de la población y el crecimiento desproporcionado de la capital provoca un aumento de la suciedad en las calles. El nuevo Pregón General de la Villa regula la actividad de los diferentes oficios para mejorar la higiene pública. La mayoría de las calles siguen aún sin pavimentar y es necesario adoquinar las calzadas.-

 

Se regula el uso de las sillas de mano

Madrid, 1604. Queda prohibida la circulación de hombres en silla de manos sin licencia. La norma afecta también a los mozos de sillas alquiladas que deben solicitar el oportuno permiso en el Ayuntamiento.

Recordamos que el año 1600 se publicó una pragmática que indicaba el tipo de adornos que debían llevar este tipo de vehículos más los coches y las literas. Este tipo de vehículos de alquiler tenían paradas en las plazas de Santo Domingo, Puerta del Sol, Alcázar, Provincia y Antón Martín.-

Las mujeres que vayan descubiertas pueden circular en coches propios en compañía de sus maridos

Madrid, 1611. Ha entrado en vigor la nueva ley que permite a las mujeres circular en coches propios si van descubiertas. La revolucionaria norma autoriza además a las damas a que puedan llevar en los coches a sus maridos y familia.

Se prohibe, en cambio, la circulación en coches de alquiler. Las multas por incumplir la ley son muy duras y contemplan la posibilidad de la pérdida del carruaje y todos los adornos.-

Aumentan las zonas comerciales en el centro

Madrid, 1625. La vuelta de la capitalidad a Madrid ha creado en los últimos años un notable aumento de los problemas de tráfico en el casco viejo. Los tejedores, bordadores y guanteros se han instalado alrededor de la Plaza Mayor; los joyeros en las calles de las Postas y Atocha; los latoneros en Puerta Cerrada, los tratantes de frutas y pescado en las plazuelas de Antón Martín y Progreso (Tirso de Molina) y los artesanos de cuero y calzado en la Ribera de Curtidores, en pleno rastro.-

Sube el precio de los coches

El precio de un coche de 4 plazas cuesta once mil reales y su mantenimiento más de 500 ducados al año, mientras el salario medio de un obrero no llega a los 6 reales al día a mediados del siglo XVIII. Sólo las clases altas pueden permitirse el lujo de tener un carruaje sin renunciar a otros menesteres domésticos.

Existe en este periodo una costumbre o código ético entre los cocheros de rango social inferior que consiste en destocarse cuando se cruzan con personas de posición económica superior. Pero no siempre se respetan estas normas de urbanidad y por ello son frecuentes los problemas de honra.-

LA PREGUNTA

¿Sabe cómo luchó contra los atropellos mortales en el centro de la ciudad el gobierno de Carlos III? -->

LA CURIOSIDAD

Los primeros taxis urbanos empezaron a circular en 1704 y fueron llamados simones, al parecer por el nombre del empresario que los explotó, un tal don Simón. Las primeras paradas de taxis estuvieron en las plazas de Santo Domingo, Cebada y Puerta del Sol

Importantes retenciones en la calle Mayor por los paseos de los madrileños en vehículos

Los paseos en coches de caballos por la calle Mayor, Puerta del Sol y paseo del Prado se han puesto de moda y provocan todas las tardes importantes atascos de tráfico que molestan la movilidad de los ciudadanos. La circulación de carruajes es incesante y llega hasta últimas horas de la noche hasta la salida de los teatros. Además se ha puesto de moda guiar los coches desde el tronco de las mulas y no desde el pescante.

Lope de Vega y Francisco de Quevedo escriben sobre el uso exagerado del coche

Nuestros más ilustres escritores han encontrado en la vida circulatoria de la ciudad un buen argumento para sus obras. Don Francisco de Quevedo hace una referencia de los atascos del paseo del Prado en su último trabajo El Buscón, y don Félix Lope de Vega, vecino de la calle de Cantarranas (actual Cervantes), también ha escrito una cita sobre la moda del coche.

Circula por Madrid el primer coche con vidrios en las ventanas

Madrid, 1625. Ha llegado a la redacción de www.madridcarruajes.com la noticia de que el marqués de Toral ha circulado por el centro de la Villa y Corte con un coche de caballos con cuatro vidrios en las ventanas. Al parecer la expectación fue tan grande que muchos madrileños acompañaron al carruaje por las calles para no olvidar este acontecimiento histórico.-

Los notarios no podrán usar carruajes

Madrid, 1723. La noticia la recoge una ley de Felipe V que extiende la prohibición a los alguaciles, escribanos , procuradores y agentes de pleitos.-

 

www.madridcarruajes.com / javier leralta ©